Aparecen dos lápidas medievales en un barco hundido al sur de Inglaterra.
Arqueólogos de la Universidad de Bournemouth encuentran bajo las aguas dos grandes lápidas de mármol datadas en el siglo XIII.
Un grupo de arqueólogos submarinos de la Universidad de Bournemouth (Reino Unido) ha descubierto dos grandes lápidas de época medieval que la bahía de Studland había mantenido ocultas durante los últimos ocho siglos. Estas lápidas formaban parte de la carga que llevaba un gran barco naufragado en la costa sur de Inglaterra durante el reinado de Enrique III, en pleno siglo XIII.
En una operación de dos horas de duración que implicó la colaboración de diversos tipos de especialistas, los arqueólogos consiguieron sacar a la superficie las dos lápidas el pasado 4 de junio. Los dos objetos de mármol se encontraban a más de siete metros de profundidad, lo que sumado al peso de ambas piezas ha hecho de la operación de excavación y extracción algo bastante complejo y delicado. Una de las lápidas pesa setenta kilogramos, pero la otra, más grande, mide más de dos metros y pesa alrededor de doscientos kilogramos.
Las dos lápidas presentan una decoración con la iconografía habitual de la época, consistente en dos cruces con diferentes elementos de adorno. Según los especialistas, las dos lápidas estaban destinadas a ser usadas en la cripta de algún miembro del clero de alto rango, posiblemente algún obispo local. Tom Cousins, arqueólogo de la Universidad de Borurnmouth, ha declarado que este tipo de lápidas son muy habituales en los enterramientos de sacerdotes del alto clero y que se pueden ver ejemplos muy semejantes en las catedrales e iglesias medievales de todo el Reino Unido, en lugares tan emblemáticos como Westminster o Canterbury.
Por el momento las dos lápidas están siendo custodiadas y estudiadas por el equipo de arqueólogos que las han encontrado, pero su destino es ser limpiadas a fondo y restauradas para que puedan verse en el Museo de Poole, la localidad a la que pertenece la universidad, por el momento cerrado.
El equipo de la Universidad de Bournmouth continuará en los próximos años estudiando el pecio donde se han encontrado las dos lápidas y donde se han producido otros interesantes hallazgos, con el objetivo de recuperar cuanta más información sea posible acerca de la vida en el siglo XIII y en concreto del comercio de mármol por vía marítima. El arqueólogo Tom Cousins ha puesto énfasis en la oportunidad que este yacimiento ofrece para que nuevas generaciones de arqueólogos subacuáticos se formen en esta disciplina y puedan trabajar con solvencia en el futuro.